S02E04 - Berlin III: Parque Nudista

La bici es, sin duda, el trasporte preferido de los berlineses. La ciudad es enorme y con escaso desnivel, lo que ayuda y anima a visitarla a golpe de pedal.




Aquí vemos una bonita estampa. Noviembre de 1936. Un comunista intenta robar la bicicleta a la hermana pequeña de Eva Braun, en plena Alexander Platz, para atropellar a su cuñado. Este gesto, que podría haber cambiado la historia, le costó la vida al pobre Vladimir Pililov, que fue asesinado y torturado por Hitler sin piedad.
Rest In Peace, Pililov




Como buenos guiris, rumbera y yo alquilamos un par de bicis molonas y nos adentramos en el corazón del enorme parque que alberga el zoo. Lo recorrimos todo y cual fue nuestra sorpresa al ver que mucha gente estaba por allí tal y como su madre les trajo al mundo!
Humanoides en pelota picada paseando y tomando el sol con una naturalidad pasmosa. Parecía el paradiso hecho realidad en pleno centro de Berlin: césped, árboles, florecillas, bicicletas y desnudos integrales a cascoporro. La ostia como mola!!!
No es que sea un voyeaur ni un pajillero, pero siempre es (muy) agradable hacer deporte en plena naturaleza y ir encontrandote esculturales rubias con escaso sentido del pudor…oi oi oi…


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(pause…voy al wc)

Joder, uno no es de piedra!!!

Retomemos el relato y es que justo cuando todas estas imágenes se me iban planteando en la mente apareció un viejo conocido: Mr.Murphy. En el momento menos esperado va y el muy cansino, vuelve a cruzarse en mi camino. No lo llamé, pero como siempre, vino. Además, esta vez no lo hizo de golpe, sino de manera paulatina…que aun jode más. A medida que íbamos dándole al pedal hacia arriba, hacia abajo, hacia la derecha o hacia la izquierda sólo se veían cuerpos desnudos…masculinos. Esa zona del Parque era nudista sí, pero allí había más rabos, pepinos y zanahorias que en el Mercado de la Boquería!!

Pusé el piñón pequeño y el plantó grande y me fui a toda velocidad de esa zona dónde las esculturales rubias en pelotas brillaban por su ausencia.

Sólo de pensar lo que pudo ser y lo que realmente fue, se me quitan las ganas de escribir.



FFFFFFFFFFFFUITHHHH!!!!
[Efecto de sonido que quiere decir (quicir) que acaba el flashback]



Y con este post, finiquito mi trilogía Berlinesa que escribí en veranito, cuando tuve la suerte de disfrutar durante una semana de esta maravillosa y altamente recomendable ciudad.